jueves, 23 de mayo de 2019

Aproximación al pensamiento de la escuela tomista. Génesis de las 24 tesis tomistas

CLASE I: Génesis de las 24 tesis tomistas
En el presente curso haremos una aproximación al pensamiento de la escuela tomista. Pondremos especial énfasis en los elementos filosóficos que la distinguen tal como son presentados en las memorables 24 tesis tomistas.
1.- Caracterización epistemológica del pensamiento de Santo Tomás de Aquino
a.- Realismo: este cuerpo de doctrina que presentaremos se caracteriza por un modo particular de aprehender el ser y objetivar el acto de conocimiento. Y esto vale tanto en el conocimiento teórico como en el práctico y su consecuencia en el obrar.
b.- Amor a la verdad: asumiendo la verdad como el objeto propio de la inteligencia y apertura a la posibilidad de los actos libres se asume la búsqueda amorosa de la verdad.
c.- Integración del saber: se asumen todos los aportes que permitan conocer la realidad bajo la razón de verdadero para lo cual se ejercita el discernimiento y la integración.
d.- Fe y Razón: Considerando que la ciencia que puede hacerse sobre el ser contingente y la verdad revelada tienen un mismo origen en la mente divina se busca establecer los vínculos racionales entre los conocimientos provenientes del conocimiento de las ciencias y aquellos provenientes de las fuentes reveladas.
2.- Origen de las 24 tesis
A modo de breve presentación puede decirse que a fines del siglo XIX se daba una insipiente renovación en los estudios de diversas disciplinas. En el caso que nos ocupa se produce un hecho puntual que permite que cobre otra dimensión la renovación de la escuela: es elegido como Pontífice el Papa León XIII (1878-1903) quien impulsa con su Encíclica Æterni Patri (1879) una renovación con incidencia internacional.
Durante el pontificado siguiente del Papa Pío X (1903-1914), se reafirma esta línea, pero con el matiz de combatir con los principios de la escuela tomista la herejía modernista como puede notarse en la Encíclica Pascendi.
Durante el pontificado de Benedicto XV (1914-1922) se continúa con el mismo criterio y para concretar aún más el diseño apologético con el cual se usa el pensamiento de la escuela se busca concretar cuáles son esos principios filosóficos. Y de este modo surge la presentación de las 24 tesis que el Santo Padre promoverá desde el gobierno eclesiástico.
3.- Las 24 tesis (1)
TESIS I
“La potencia y el acto dividen el ser de tal suerte que todo cuanto es, o bien es acto puro, o bien es acto necesariamente compuesto de potencia y acto, como principios primeros e intrínsecos.”
TESIS II
“El acto, por lo mismo que es perfección, no está limitado sino por la potencia, que es una capacidad de perfección. Por consiguiente, en el orden en que el acto es puro, no puede ser sino universal y único; por el lado en que es finito y múltiple, entra en verdadera composición con la potencia.”
TESIS III
“Por lo tanto, en la absoluta razón del ser, en sí mismo, sólo subsiste Dios único y simplicísimo, y todas las demás cosas que participan del ser tienen una naturaleza donde el ser se halla restringido, y están constituidas o compuestas de esencia y existencia, como de principios realmente distintos.”
TESIS IV
“La noción de ente (o de ser) se aplica a Dios y las criaturas, no de manera unívoca, ni tampoco puramente equívoca, sino más bien analógica, con analogía de atribución y de proporcionalidad.”
TESIS V
“Hay, además, en toda criatura, composición real de un sujeto subsistente con otras formas secundariamente añadidas, llamadas accidentes; y esta composición no se comprendería, si no fuera recibido el ser en una esencia distinta de él mismo.”
TESIS VI
“Además de los accidentes absolutos, hay un accidente relativo, como una tendencia hacia algo. Aunque tal relación de tendencia hacia alguna cosa no signifique propiamente una cosa inherente a un sujeto, tiene a menudo su causa en las cosas, y, por lo mismo, una real entidad distinta del sujeto.”
TESIS VII
“La criatura espiritual es plenamente simple en su esencia. Pero queda en ella una doble composición, la de la esencia con la existencia y la de la sustancia con los accidentes.”
TESIS VIII
“La criatura corporal, en cuanto a su misma esencia, está compuesta de potencia y acto, y esta potencia y acto, del orden de la esencia, se designa con los nombres de materia y forma.”
TESIS IX
“Ninguna de las dos partes tiene el ser por sí sola, ni se produce ni se corrompe por sí; tampoco cabe en un predicamento si no es por reducción, en cuanto principio sustancial.”
TESIS X
“Aunque la extensión en partes integrales es una consecuencia de la naturaleza corpórea, no es lo mismo en un cuerpo ser sustancia que ser extensión corpórea. La sustancia, en cuanto tal, es indivisible, no a la manera del punto, sino de los seres extraños al orden de la dimensión. La cantidad, origen de la extensión en la sustancia, es verdadero accidente incapaz de entrar en la categoría de sustancia real.”
TESIS XI
“La materia sellada por la cantidad es el principio de la individualización, o sea, de la distinción numérica (imposible en los espíritus), por la cual un individuo de la misma naturaleza específica se distingue de otro.”
TESIS XII
“Por virtud de la misma cantidad, el cuerpo se circunscribe o acomoda a un lugar de tal suerte que, de este modo circunscriptivo, ninguna potencia, de la clase que sea, puede hacer que haya otro cuerpo en el mismo lugar a la vez.”
TESIS XIII
“Los cuerpos se dividen en dos categorías: la de los vivientes y la de los que carecen de vida. La forma sustancial de los vivientes, llamada alma, requiere cierta disposición orgánica, o sea, partes heterogéneas, para que haya en el mismo sujeto una parte que mueve y otra que es movida de por sí.”
TESIS XIV
“Las almas del orden vegetativo y del sensitivo no pueden por sí mismas, ni existir, ni ser producidas, sino que únicamente son a modo de principio que da ser y vida al viviente, de tal suerte que, por el mero hecho de corromperse el compuesto, se corrompen también ellas accidentalmente, a causa de su dependencia omnímoda de la materia.”
TESIS XV
“Por el contrario, el alma humana subsiste por sí misma, es creada por Dios en el momento que puede ser infundida en el sujeto suficientemente dispuesto, y por su naturaleza es incorruptible e inmortal.”
TESIS XVI
“La misma alma racional se une de tal modo al cuerpo, que es su única forma sustancial, y por ella el hombre tiene el ser de hombre, y de animal, y de viviente, y de cuerpo, y de sustancia, y de ser. Por consiguiente, el alma le da al hombre todo el grado esencial de perfección y, además, comunica al cuerpo el acto del ser con que ella existe.”
TESIS XVII
“Dos órdenes de facultades, orgánicas e inorgánicas, emanan del alma humana por resultado natural: el sujeto de las primeras, a las que pertenece el sentido, es el compuesto, y de las segundas el alma sola. Es, pues, el entendimiento una facultad intrínsecamente independiente de los órganos.”
TESIS XVIII
“La intelectualidad sigue necesariamente a la inmaterialidad, y de tal suerte, que los grados de intelectualidad se computan por los de alejamiento de la materia. Es objeto adecuado de la intelección el ser en sí mismo y en general; más el objeto propio del entendimiento humano, en el estado actual de unión, se circunscribe a las esencias abstraídas de las condiciones materiales.”
TESIS XIX
“Recibimos, pues, nuestro conocimiento de las cosas sensibles. Mas como lo sensible no es inteligible en acto, hay que admitir en el alma, además del entendimiento formalmente inteligente, una virtud activa que abstraiga de los fantasmas las especies inteligibles.”
TESIS XX
“Por medio de estas especies inteligibles conocemos directamente los universales; con los sentidos alcanzamos los singulares, y también con el entendimiento, pero en este caso volviéndonos hacia las imágenes; y nos elevamos al conocimiento de las cosas espirituales, por analogía.”
TESIS XXI
“La voluntad sigue al entendimiento, no le precede, y apetece necesariamente aquello que le presentan como un bien que sacia por completo al apetito; empero elige libremente entre aquellos otros bienes cuya apetencia depende de un juicio variable. La elección sigue, por consiguiente, al último juicio práctico, y a la voluntad toca determinar cuál sea el último.”
TESIS XXII
“Conocemos la existencia de Dios, no por intuición inmediata, ni por demostración a priori, sino a posteriori, es decir, por las criaturas, arguyendo de los efectos a las causas; partiendo de las cosas que se mueven sin tener en sí mismas un principio suficiente de movimiento, hasta llegar al necesario primer motor inmóvil; subiendo de los efectos causados y de las causas subordinadas, a la causa sin causa, o primera; deduciendo de los seres corruptibles, indiferentes para existir o no, la absoluta necesidad de un ser absolutamente necesario; a vista de las innumerables criaturas limitadas en el ser, vivir y entender, nos persuadimos de que no pueden ser ellas ni nada semejante sin lo primero y esencial, tenemos que llegar al ser esencial e infinito, viviente e inteligente en grado supremo; por fin, el orden sublime del Universo no puede concebirse racionalmente sin un Supremo Ordenador que enderece todas las cosas a su fin.”
TESIS XXIII
“La esencia divina, por identificarse con la máxima e infinita actualidad del ser, por lo mismo que es el mismo ser subsistente, rectamente se nos propone así, como constituida en su razón metafísica, y por eso vemos en ella la razón de su perfección infinita.”
TESIS XXIV
“Por la misma pureza de su ser se distingue Dios de todas las cosas finitas. De aquí se infiere, en primer lugar, que el mundo sólo por creación pudo proceder de Dios; además, que ninguna virtud creadora que alcanza y tiene por término de su acción el ser en cuanto ser, puede comunicarse ni por milagro a la naturaleza finita; y, por último, que ningún agente creado puede influir en el ser del efecto que se quiera, sin recibir la moción de la causa primera.”
Notas:
(1) Decr. S. Cgr. Studiorum, sous saint Pie X, 27 juillet 1914
1. Potentia et actus ita dividunt ens, ut quidquid est, vel sit actus purus, vel ex potentia et actu tamquam primis atque intrinsecis principiis necessario coalescat.
2. Actus, utpote perfectio, non limitatur nisi per potentiam, quae est capacitas perfectionis. Proinde in quo ordine actus est purus, in eodem nonnisi illimitatus et unicus exsistit; ubi vero est finitus ac multiplex, in veram incidit cum potentia compositionem.
3. Quapropter in absoluta ipsius esse ratione unus subsistit Deus, unus est simplicissimus, cetera cuncta quae ipsum esse participant, naturam habent qua esse coarctatur, ac tamquam distinctis realiter principiis, essentia et esse constant.
4. Ens quod denominatur ab esse, non univoce de Deo ac de creaturis dicitur, nec tamen prorsus aequivoce, sed analogice, analogia tum attributionis tum proportionalitatis.
5. Est praeterea in omni creatura realis compositio subiecti subsistentis cum formis secundario additis, sive accidentibus: ea vero, nisi esse realiter in essentia distincta reciperetur, intelligi non posset.
6. Praeter absoluta accidentia est etiam relativum, sive ad aliquid. Quamvis enim ad aliquid non significet secundum propriam rationem aliquid alicui inhaerens, saepe tamen causam in rebus habet, et ideo realem entitatem distinctam a subiecto.
7. Creatura spiritualis est in sua essentia omnino simplex. Sed re manet in ea compositio duplex: essentiae cum esse et substantiae cum accidentibus.
8. Creatura vero corporalis est quoad ipsam essentiam composita potentia et actu; quae potentia et actus ordinis essentiae, materiae et formae nominibus designantur.
9. Earum partium neutra per se esse habet, nec per se producitur vel corrumpitur, nec ponitur in praedicamento nisi reductive ut principium substantiale.
10. Etsi corpoream naturam extensio in partes integrales consequitur, non tamen idem est corpori esse substantiam et esse quantum. Substantia quippe ratione sui indivisibilis est, non quidem ad modum puncti, sed ad modum eius quod est extra ordinem dimensionis. Quantitas vero, quae extensionem substantiae tribuit, a substantia realiter differt, et est veri nominis accidens.
11. Quantitate signata materia principium est individuationis, id est numericae distinctionis, quae in puris spiritibus esse non potest, unius individui ab alio in eadem natura specifica.
12. Eadem efficitur quantitate, ut corpus circumscriptive sit in loco, et in uno tantum loco de quacumque potentia per hunc modum esse possit.
13. Corpora dividuntur bifariam: quaedam enim sunt viventia, quaedam expertia vitae. In viventibus, ut in eodem subiecto pars movens et pars mota per se habeantur, forma substantialis, animae nomine designata, requirit organicam dispositionem seu partes heterogeneas.
14. Vegetalis et sensilis ordinis animae nequaquam per se subsistunt, nec per se producuntur, sed sunt tantummodo ut principium quo vivens est et vivit, et cum a materia se totis dependeant, corrupto composito, eo ipso per accidens corrumpuntur.
15. Contra, per se subsistit anima humana, quae, cum subiecto sufficienter disposito potest infundi, a Deo creatur, et sua natura incorruptibilis est atque immortalis.
16. Eadem anima rationalis ita unitur corpori, ut sit eiusdem forma substantialis unica, et per ipsarn habet homo ut sit homo et animal et vivens et corpus et substantia et ens. Tribuit igitur anima homini omnem gradum perfectionis essentialem; insuper communicat corpori actum essendi, quo ipsa est.
17. Duplicis ordinis facultates, organicae et inorganicae, ex anima humana per naturalem resultantiam emanant: priores, ad quas sensus pertinet, in composito subiectantur, posteriores in anima sola. Est igitur intellectus facultas ab organo intrinsece independens.
18. Immaterialitatem necessario sequitur intellectualitas, et ita quidem, ut secundum gradus elongationis a materia sint quoque gradus intellectualitatis. Adaequatum intellectionis obiectum est communiter ipsum ens; proprium vero intellectus humani in praesenti statu unionis, quidditatibus abstractis a condicionibus materialibus continetur.
19. Cognitionem ergo accipimus a rebus sensibilibus. Cum autem sensibile non sit intelligibile in actu, praeter intellectum formaliter intelligentem admittenda est in anima virtus activa, quae species intelligibiles a phantasmatibus abstrahat.
20. Per has species directe universalia cognoscimus, singularia sensu attingimus, tum etiam intellectu per conversionem ad phantasmata; ad cognitionem vero spiritualium per analogiam ascendimus.
21. Intellectum sequitur, non praecedit, voluntas, quae necessario appetit id quod sibi praesentatur tamquam bonum ex omni parte explens appetitum, sed inter plura bona, quae iudicio mutabili appetenda proponuntur, libere eligit. Sequitur proinde electio iudicium practicum ultimum; at quod sit ultimum, voluntas efficit.
22. Deum esse neque immediata intuitione percipimus, neque a priori demonstramus, sed utique a posteriori, hoc est, per ea quae facta sunt, ducto argumento ab effectibus ad causam: videlicet, a rebus quae moventur et sui motus principium adaequatum esse non possunt, ad primum motorem immobilem; a processu rerum mundanarum e causis inter se subordinatis ad primam causam incausatam; a corruptilibus quae aequaliter se habent ad esse et non esse, ad ens absolute necessarium; ab iis quae secundum minoratas perfectiones essendi, vivendi, intelligendi, plus et minus sunt, vivunt, intelligunt, ad eum qui est maxime intelligens, maxime vivens, maxime ens; denique, ab ordine universi ad intellectum separatum, qui res ordinavit, disposuit, et dirigit ad finem.
23. Divina essentia, per hoc quod exercitae actualitati ipsius esse identificatur, seu per hoc quod est ipsum Esse subsistens, in sua veluti metaphysica ratione bene nobis constituta proponitur, et per hoc idem rationem nobis exhibet suae infinitatis in perfectione.
24. Ipsa igitur puritate sui esse, a finitis omnibus rebus secernitur Deus. Inde infertur primo, mundum nonnisi per creationem a Deo procedere potuisse; deinde virtutem creativam, qua per se primo attingitur ens in quantum ens, nec miraculose ulli finitae naturae esse communicabilem; nullum denique creatum agens in esse cuiuscumque effectus influere, nisi motione accepta a prima Causa.


Bibliografía

  • Bofill, J. ¿Filosofía escolástica o filosofía tomista? En: rev. Cristiandad, II, nº 23, 1945
  • Canals Vidal, Francisco. Sobre la recomendación de la doctrina de Santo Tomás. En rev. Cristiandad (1954) 
  • Canals Vidal, Francisco. Génesis histórica de las XXIV tesis tomistas. En rev. Sapientia (1998) 
  • Hugon, Eduardo. Principios de filosofía. Las veinticuatro tesis tomistas