4.- LA ATENCIÓN
La atención y la concentración son fundamentales para aprovechar las horas de estudio y las exposiciones dadas en clase.
5.- ELEMENTOS QUE INFLUYEN EN LA ATENCIÓN
5.1.- La motivación y el interés con que estudiamos.
5.2.- Las preocupaciones que causan ansiedad y desconcentran nuestra mente.
5.3.- El lugar en que se estudia y las condiciones del mismo.
5.4.- El cansancio y el desorden en el sueño.
6.- CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO DE ESTUDIOS
6.1.- Hacerse un plan de estudio realista.
Es cuestión de hacer –por escrito– un plan básico de una semana normal. En él han de constar con claridad las horas que se dedicarán al estudio también durante el fin de semana.
6.2.- No engañarse dejando las cosas para mañana o para después.
Aprovechar las horas buenas y las malas. Para ello, no dejar las asignaturas de tipo más especulativo para las horas en las que se tiene más sueño y menos lucidez.
6.3.- Protegerse contra los posibles focos de distracción.
La televisión y el vídeo, las incursiones a la heladera, pretender estudiar con música recostado en la cama, quedar a estudiar con los amigos que estudian poco y pasarse la tarde luego charlando, etc.
6.4.- No rendirse antes de tiempo.
Salvo honrosas excepciones -normalmente en situaciones especiales- suele ser un error abandonar o postergar algunas asignaturas para tener más tiempo para otras. Es mejor resolver el problema haciendo un plan especial de estudio que permita sacar más horas. Además, muchas veces, esa tensión y esa falta de tiempo hacen que se incremente el rendimiento del poco tiempo que se tiene. Cuando hay demasiada holgura de tiempo -en las vacaciones, por ejemplo- es más fácil desaprovecharlo.
6.5.- Todos los momentos del curso son importantes.
Teniendo en cuenta las materias anuales: vemos que en el primer trimestre se ponen las bases, en el segundo se consolidan y en el tercero se consuman los buenos resultados. La tentación fácil del principio de curso es pensar que queda tiempo de sobra; la de final de curso creer que ya nada tiene remedio; y la de mitad de curso, una mezcla de las dos.
La atención y la concentración son fundamentales para aprovechar las horas de estudio y las exposiciones dadas en clase.
5.- ELEMENTOS QUE INFLUYEN EN LA ATENCIÓN
5.1.- La motivación y el interés con que estudiamos.
5.2.- Las preocupaciones que causan ansiedad y desconcentran nuestra mente.
5.3.- El lugar en que se estudia y las condiciones del mismo.
5.4.- El cansancio y el desorden en el sueño.
6.- CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO DE ESTUDIOS
6.1.- Hacerse un plan de estudio realista.
Es cuestión de hacer –por escrito– un plan básico de una semana normal. En él han de constar con claridad las horas que se dedicarán al estudio también durante el fin de semana.
6.2.- No engañarse dejando las cosas para mañana o para después.
Aprovechar las horas buenas y las malas. Para ello, no dejar las asignaturas de tipo más especulativo para las horas en las que se tiene más sueño y menos lucidez.
6.3.- Protegerse contra los posibles focos de distracción.
La televisión y el vídeo, las incursiones a la heladera, pretender estudiar con música recostado en la cama, quedar a estudiar con los amigos que estudian poco y pasarse la tarde luego charlando, etc.
6.4.- No rendirse antes de tiempo.
Salvo honrosas excepciones -normalmente en situaciones especiales- suele ser un error abandonar o postergar algunas asignaturas para tener más tiempo para otras. Es mejor resolver el problema haciendo un plan especial de estudio que permita sacar más horas. Además, muchas veces, esa tensión y esa falta de tiempo hacen que se incremente el rendimiento del poco tiempo que se tiene. Cuando hay demasiada holgura de tiempo -en las vacaciones, por ejemplo- es más fácil desaprovecharlo.
6.5.- Todos los momentos del curso son importantes.
Teniendo en cuenta las materias anuales: vemos que en el primer trimestre se ponen las bases, en el segundo se consolidan y en el tercero se consuman los buenos resultados. La tentación fácil del principio de curso es pensar que queda tiempo de sobra; la de final de curso creer que ya nada tiene remedio; y la de mitad de curso, una mezcla de las dos.