Queridos hermanos:
En estos días hemos tenido una noticia que nos ha alegrado profundamente: el Santo Padre, Francisco, ha firmado con fecha 13 de mayo el decreto que declara las virtudes heroicas de Madre Eufrasia por lo cual es proclamada Venerable.
Este paso en el proceso de investigación que la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos realiza en aquellos fieles que han muerto con fama de santidad es de gran importancia. Es el momento en el cual la comisión de expertos que estudia el caso concluye que Madre Eufrasia ha vivido de un modo heroico el seguimiento de Cristo para cumplir la voluntad del Padre, entregada totalmente en la acción del Espíritu Santo.
Ese grado de virtud que la Iglesia califica como “virtudes heroicas” pertenece solamente a los hombres y mujeres que han purificado sus vidas de los apegos a las cosas, acontecimientos y personas con quienes se vincula en la vida cotidiana, para arraigar profundamente sus afectos en el amor a Dios.
Cada una de las virtudes vividas al modo heroico implica una imitación de las virtudes del Señor Jesús. Y como tal, también, el fin que se persigue es el mismo que Él persiguió: dar Gloria a Dios con la propia vida.
Según ha podido constatar esta comisión de Cardenales y Obispos que asesoró al Santo Padre, Madre Eufrasia encarnó en su vida el mandato del Evangelio “Sean perfectos como mi Padre que está en los cielos” (Mateo 5, 48). Y no sólo por haber practicado aquellas virtudes que le permiten al alma luchar para separarse de la vida de pecado en el cumplimiento de la ley de Dios, sino también aquellas virtudes que le han permitido abandonar su propia vida para servir al Señor en la fe, con la firme esperanza de la Salvación, y entregarse de modo admirable en la caridad con el prójimo.
El ejemplo de Madre Eufrasia y su fuerza intercesora ante el Señor y Salvador Jesucristo nos permita también a nosotros entregarnos al amor de Dios para que Él nos haga santos. Que podamos decir con San Pablo: “Con Cristo soy clavado en la cruz. Y no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí” (Gal., 2, 19-20).
Con esta piadosa intención y el deseo profundo de dar gracias a Dios por este paso importante en el proceso de canonización de Madre Eufrasia entonamos el Himno Litúrgico de Acción de Gracias:
TEDEUM
(Canto)
ORACIÓN
Dios nuestro, que pusiste como fermento en el mundo la fuerza del Evangelio, te elevamos nuestro canto de acción de gracias porque nos concedes, a quienes confiamos en la intercesión de Madre Eufrasia, poder proclamarla desde hoy como Venerable y encendidos de espíritu cristiano, poder entregarnos como ella a la santa labor, de proclamar y construir tu Reino bajo la protección de María Inmaculada. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
BENDICIÓN SOLEMNE DE TIEMPO PASCUAL